28 de abril de 2009

SOCIEDAD Y LITERATURA

Reza Poma, Elmer*


Desde mi condición de lector profano de la literatura, quizá no es mucho lo que puedo decir acerca de lo que es la poesía y mucho menos lo que puede ser un poeta tal como lo conciben los probos en la materia, así que hoy no voy a definir lo que es un poeta ni lo que es la poesía, sino que voy a tratar de explorar lo que los poetas y la poesía puede hacer por la sociedad, es decir, cómo el sujeto y su pensamiento pueden influir negativa o positivamente en la forma como se concibe el mundo, la vida, el amor, etc.
Salomón Valderrama, poeta peruano, en un artículo publicado en Internet se preguntaba: “¿Existe algún papel para los poetas en la actualidad?”. La pregunta me parece muy puntual y creo que merece también una respuesta puntual: Si. El papel de los poetas consiste, a mi entender, en develar las injusticias, los atropellos, los actos indebidos de los hombres de su época, al mismo tiempo que alaba la belleza, la hermosura, y se exalta ante lo perfecto. El papel del poeta está pues íntimamente ligada a la vida misma, a la realidad que le rodea y al momento histórico en que vive. El poeta entonces expresa lo vivido.
En nuestro contexto particular se habla, y creo que con razón, de que los jóvenes poetas no están asumiendo el rol que les corresponde con la responsabilidad debida, sino que más bien estarían asumiendo una actitud de apatía e indiferencia, “ejerciendo” la poesía como una afición o hobbie; sin embargo no todos asumen esta actitud, hay jóvenes poetas que se entregan por completo a la poesía, y creo que un ejemplo concreto es precisamente el “Circulo Literario Tinta de Mi Sangre”, así como otros círculos y movimientos literarios que debemos reconocerle su esfuerzo y su perseverancia. Creo que es el momento en que nuestra generación haga nueva literatura, que muestre y exprese la belleza de lo nuestro, pero también sus males y problemas. Creo que es el momento que debemos empezar a mirar lo nuestro con sus virtudes y defectos.
Como lector crítico, he notado que hay quienes escriben compulsiva e erráticamente, sin propósito definido y tienen cabida en el mercado, lo que no quiere decir que sea una literatura útil. Recuerdo aquí a una amiga extranjera que me dijo en una oportunidad: “aquí en Perú muchos escritores no saben ni lo que dicen, divagan en mundos vacíos y no llegan a ninguna parte y creen que por que tienen aceptación están haciendo lo correcto lo cual es, de antemano un error de cálculo”. Creo que es momento de dejar esa literatura ociosa y empezar por tomar una postura mucho más seria, más profesional, con un propósito definido. Según Jaime Jaramillo, “el propósito de todo escritor que empieza es el de ser un gran escritor. Pobre Cervantes, pobre Shakespeare – dice el escritor que comienza - , ahora les voy a dar una lección. Aparte de ese propósito no tiene ningún otro, y por lo tanto se queda sin alternativa”. Como poetas y escritores creo que se debe tener más que solamente el propósito de ser buenos escritores, un propósito para con la comunidad, para con la sociedad y para con la humanidad.
Los países desarrollados forman escritores por que necesitan escritores, los países pobres lo necesitan mucho más e irónicamente forman menos escritores, hay menos incentivo al desarrollo de la literatura. Nosotros somos un país pobre por lo que requerimos de escritores para nuestro país. Seguramente que muchos de ustedes han pensado en la posibilidad de irse al extranjero para desarrollarse, pues hoy les digo, con las palabras de Jaramillo, que un escritor de un país subdesarrollado que escribe para un país desarrollado es un escritor subdesarrollado. Escribir para nuestra región, para nuestro país y desde nuestro país es un propósito noble de querer salir del subdesarrollo y creo que ése es un buen propósito para un escritor. Los escritores que solamente están interesados en si mismos, en ser aplaudidos, en ser admirados por su “obra”, en el dinero para su bolsillo y en el reconocimiento para su futura eternidad, son escritores mediocres, por que no buscan el desarrollo de su localidad, de su país sino que buscan sólo satisfacer su orgullo y su vanidad. Huancayo, Junín, Perú necesita más que nunca escritores que contribuyan a rescatar nuestra identidad, nuestra cultura, nuestro idioma; que ayuden a identificar las soluciones a nuestros problemas, que piensen y haguen pensar sobre nuestra realidad.
Así, la literatura a través de nuestros escritores nos permitirá ubicarnos en nuestro contexto histórico, para identificarnos y conocernos a nosotros mismos, para comprender nuestra sociedad y sus actores, sus debilidades y sus fortalezas expresadas de la manera más amena y muchas veces anecdótica que es la vitalidad de la literatura. Cuando uno lee poesía, cuento, novela, etc. muchas veces nos sentimos protagonistas y nos identificamos con ciertos personajes lo que nos conducirá a reflexionar sobre nosotros mismos y hasta producir una autocrítica lo que tanta falta nos hace. En los niños la literatura es fundamental, ayuda a formar la personalidad y el carácter, he ahí la responsabilidad de los escritores de generar una literatura propia que refleje nuestra realidad que valore la cultura y no lo foráneo, lo extraño.
Debemos tener en cuenta que la literatura no sólo es una forma de describir un contexto sino también una manera de interpretarlo. La responsabilidad de los escritores para con la sociedad, la responsabilidad ética y moral consistirá entonces en ser un paradigma de pensamiento y acción. La sociedad espera en los escritores una congruencia entre lo que dice y lo que hace; entre lo que escribe y lo que practica. El hecho de que los científicos sociales recurren a la literatura para sus análisis es también una forma de demandar seriedad a la literatura y a los que hacen literatura.
En una sociedad en el que está latente la exclusión, la marginación y la discriminación; y que esta sumida en la pobreza y el hambre, la presencia del escritor no debe desvanecerse. Y en un mundo globalizado en el que el amor tiene más bien un carácter práctico que sentimental, la presencia del poeta es imprescindible para hablar de amor, amor sublime, amor humano.
Gracias




1 Discurso pronunciado en la presentación del poemario “Mi amor y sus poemas cursis” de Gabriel Vásquez Ninahuamán por el Circulo Literario “Tinta de mi sangre”, Huancayo 2006.
* Egresado de la Facultad Sociología de la UNCP.

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